Todos los cristianos sabemos que estamos en medio de una lucha espiritual, entre Dios y huestes celestiales de maldad, esa guerra espiritual se lleva a cabo en toda la creación de Dios, pero específicamente la lucha se lleva en el corazón, en la mente y el alma de cada individuo. Efesios 6:12.
Dios creó al hombre y el tentador lo aparto de Dios, de allí para acá casi la totalidad de los seres humanos se han apartado de Dios. Dios nos envía a predicar el evangelio para volver el corazón de las personas a Dios, pero muy pocos obedecen. Romanos 6:17
Hace unas semanas atrás estudiamos la armadura de Dios, allí se nos manda a tenerla puesta. Y nos dice la causa por qué debemos hacerlo: Efesios 6:11.
Otras versiones traducen asechanzas como engaños, ataques, maniobras, artimañas.
Y el ataque se centra en nuestras debilidades, las mismas debilidades que tuvo Eva, y que tenemos nosotros y que trato de producir en Jesucristo.
1. El diablo nuestro enemigo.
El diablo es llamado en la biblia como Satanás, el tentador, el maligno, etc. El se opuso a Dios e hizo y hace que el ser humano se aparte de Dios. Apocalipsis 12:9-10.
Tiene una enorme organización compuesta por ángeles y de seres humanos que le sirven sin saberlo. El diablo tiene tácticas y métodos para apartar a los hombres de Dios y las ha utilizado desde el principio.
2. Nuestras debilidades y sus tácticas o asechanzas.
Su ataque se concentra en nuestras debilidades que son descritas por Juan, en su primera carta. Lo primero a entender es que el mundo, todo lo que el hombre ha formado como estilo de vida en su inmensa mayoría no proviene de Dios, sino del hombre del diablo. 1 Juan 5:19.
Modas, estilos de vida, artículos, etc. Palabra debilidad significa carencia de fuerza para soportar o rechazar algo.
Juan define perfectamente nuestras debilidades en tres grandes renglones. 1Juan 2:16.
La carne se refiere a nuestro cuerpo, con sus necesidades físicas o emocionales. Satisfacer estas necesidades podría en algunos casos no ser pecaminoso, porque son parte de nuestro cuerpo: comer cuando se siente hambre, la necesidad de afecto o cariño, la necesidad de relacionarse con otras personas, etc.
Pero en otras si puede ser pecaminoso, cuando tengo hambre y robo para comer, buscar cariño, afecto o amor sin estar casado o con personas casadas con otros, relacionarse con personas y compartir sus pecados, etc.
Muchas de las necesidades emocionales o físicas son creadas por nuestro entorno, por el mundo y no son realmente parte de nuestras necesidades. Beber licor, pasar mucho tiempo viendo televisión, vestirse como el mundo nos enseña, etc.
a. Los deseos de la carne.
La palabra significa un deseo intenso de la carne por las cosas del mundo. La fornicación, el adulterio, el robo, la mentira, el amor al dinero, el amor al mundo. El problema está en que muchas cosas del mundo van contra la voluntad de Dios. Por ejemplo la forma de vestirse.
b. Los deseos de los ojos.
El mundo nos ofrece a través de los ojos cosas, costumbres y formas de vida que son muy atractivas a nuestra vista que nos pueden apartar de Dios. A través de los ojos podemos ver la creación de Dios, o una apetitosa comida, pero también podemos ver lindas mujeres con vestimenta indecorosa, cosas preciosas y llamativas que no están a nuestro alcance y pueden producir gran afán por obtenerlo. Los deseos de los ojos pueden provocar en nosotros codicia.
c. La vanagloria de la vida.
La palabra vanagloria está relacionada con jactancia, altivez, soberbia, exhibición arrogante. Cuando los deseos de los ojos y los deseos de la carne se juntan, producen el deseo de ser reconocido, alabado, vanagloriado y si no lo es igualmente la persona se vanagloria, se jacta y se cree superior a otros. La vanagloria produce en las personas que se esfuercen para que la vean en las mejores casas o carros, o con las mejores propiedades o con las mejores cosas, ropas, joyas, artículos de marca y más costosos.
3. Ejemplos de personas que fueron tentadas por el diablo.
El diablo sabe que estas debilidades están en las personas y por allí lanza sus dardos, ya el mundo, las personas están preparadas como mensajeros o soldados del diablo. Muchos artistas, actores, actrices, televisoras, forman parte del mundo y del maligno. A través de este medio se propaga las modas, la homosexualidad, el libertinaje, lujuria, fornicación, adulterio, asesinato, robo, violencia, etc.
La primera persona en ser tentada por el diablo fue Eva, el diablo uso la mentira y ataco a Eva, sembrando en ella lo necesario para estimular los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Génesis 3:1-5
Satanás atrajo la atención de la mujer sobre el árbol y su fruto. Génesis 3:6
Ella observo el árbol y su fruto, lo detallo y vio que era agradable para comerlo, entro en acción los deseos de la carne de comer, con los deseos de los ojos y codicio el fruto. Y la vanagloria de tener sabiduría, no cualquier sabiduría, sino toda la sabiduría de Dios la llevo a pecar contra Dios, y ya conocemos las consecuencias, le dio a Adán y el hombre cayo de la gracia de Dios.
El segundo ejemplo fue Jesucristo, que fue tentado por el diablo, y uso la misma táctica con Jesucristo: motivarlo a aumentar el deseo de la carne, de los ojos y la vanagloria de la vida.
Mateo 4:2-3
Jesucristo tenía un deseo de la carne, comer, que no es malo, pero el diablo quiso que pecara contra Dios estimulando a usar su poder para satisfacer su hambre. Pero Jesús no fue como Eva o como muchos de nosotros o como todo el mundo pecador que para satisfacer los deseos de la carne desobedecen a Dios. Mateo 4:4.
Luego trato de estimular la vanagloria en Jesús, diciéndole que se arrojará de cierta altura porque él sabía que los ángeles no lo dejarían caer ya que era el hijo de Dios. Jesús no sucumbió a la vanagloria de la vida. Mateo 4:7
Luego fue y trato de estimular los deseos de los ojos con la vanagloria de la vida, ofreciéndole todos los reinos del mundo. Mateo 4:8-9 Nuevamente fracaso y tuvo que apartarse de Jesús porque no logro que pecará. Mateo 4:10-11.
Conclusión:
Todos somos tentados a través de lo que desea nuestra carne, nuestros ojos y la vanagloria de la vida, entandamos que es necesario tener el conocimiento de la voluntad de Dios para saber en que podemos complacernos y en que no.
El mundo es muy atractivo para todos, porque de allí salimos, pero su practicas, sus costumbres y sus normas, en su mayoría nos apartan de Dios.