Los seres humanos hacemos cosas cotidianamente desde que nos levantamos en la mañana hasta que nos vamos a la cama en la noche, es una gran bendición poder disfrutar de la vida que el Señor Jesús nos ha regalado en esta tierra, gozar nuestra familia, nuestros bienes, respirar con facilidad y gozar de buena salud, poder ver, poder expresarnos, poder movernos con autonomía de un lado a otro, poder trabajar escuchar y hablar.
Son muchas las cosas por las cuales debemos estar agradecidos día tras día con nuestro Dios, en verdad la cotidianidad y la monotonía no nos permite ver lo perfectos que nos hizo Dios a cada uno de nosotros y por ende debemos glorificar al Señor en todo lo que hacemos.
La Biblia nos exhorta a qué demos gloria a Dios en todo lo que hablemos o hagamos para que de está manera el Señor sea glorificado mediante nuestro testimonio.
El hablar de una persona que cree realmente en Dios deben ser palabras honestas, palabras de amor, de verdad, llenas de fe y que edifiquen a quién lo escuche.
En cuanto a lo que hacemos Cristo debe ser reflejado en nuestra vida desde lo más simple hasta lo más complejo y así las personas puedan identificar que somos la luz del mundo, la sal de la tierra y todo ello gracias a nuestro Salvador Jesucristo.
ORACIÓN
Padre amado te pedimos que nos guíes en este día a ser mejores personas, mejores padres, madres, hermanos, hijos, esposos, esposas y que podamos glorificarte en todo lo que hagamos y hablemos, desde el amanecer hasta el anochecer, gracias por tu bondad y amor, por tus misericordias que son nuevas cada mañana en el nombre de Jesús, Amén.