(Pr 2:1-9) “1 Hijo mío, si recibes mis palabras, Y mis
mandamientos guardares dentro de ti,2 Haciendo estar atento tu oído a la
sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, 3 Si inclinares a
la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz 4 Si como la plata la
buscares, Y la escudriñares como a tesoros, 5 Entonces entenderás el
temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.6 Porque Jehová da
la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.7 El
provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan
rectamente. 8 Es el que guarda las veredas del juicio, Y preserva el
camino de sus santos. 9 Entonces entenderás justicia, juicio Y equidad, y
todo buen camino”.
Tal vez podamos conocer a personas que tienen una o varias carreras académicas, suelen ser personas muy inteligentes; otras van más allá y no solo tienen varios doctorados en distintas universidades del mundo, sino que además dominan varios idiomas.
Tal vez podamos conocer a personas que tienen una o varias carreras académicas, suelen ser personas muy inteligentes; otras van más allá y no solo tienen varios doctorados en distintas universidades del mundo, sino que además dominan varios idiomas.
Sin embargo, aunque esta clase de personas son inteligentes, y en algunos casos hasta sabías, los problemas vienen cuando son ellos mismos los que se tienen que hacer la comida, cambiar la rueda del coche o poner un cuadro en la pared. Esto muestra que solo tienen parte de sabiduría.
La Biblia que es la palabra de
Dios es una fuente inagotable de sabiduría, ya que la Biblia fue
inspirada por el Espíritu Santo de Dios, y unos de los atributos
naturales de Dios es Omnisciente; por tanto, la Biblia es una
fuente inagotable de sabiduría, y Dios la dejó para que todo ser humano
pueda adquirir sabiduría a través de su Palabra.
Las personas para “sacarse una carrera” en la universidad deben esforzarse y privarse de fines de semanas libres durante varios años de sus vidas, y todo ello para obtener sabiduría humana. (Vs.4) Para buscar la sabiduría del Señor se debe de poner el mismo esfuerzo que ponían los buscadores de plata o el oro.
(Vs.1-5) Lo mismo que para entrar en la universidad hacen falta unos requisitos, también hacen falta unos requisitos para adquirir la sabiduría de la Palabra de Dios. Veamos:
*(Mt 13:9) Se debe escuchar atentamente.
*(Jn. 7:17) Obedecer con humildad.
*(Stg. 1:5) Se debe pedir con sinceridad.
Para obtener sabiduría hay que disciplinarse primero, no cogerlo un día con muchas ganas y a la semana siguiente se nos olvide. Recordemos: El estudiante se abstiene…, cuanto más debe hacerlo la persona que trata de agradar a Dios siendo hacedora de su Palabra.
Estamos, hoy en día, inmersos en un mundo que todo va a lo “Exprés”: “comidas Exprés”, viajar de un continente a otro en pocas horas, trabajos para por horas o tal vez un día, “matrimonios exprés”, y “divorcios exprés”, sin embargo, Dios desea que todo ser humano venga a su conocimiento y sea salvo, para ello hace falta leer la Biblia.
Muchas personas que tienen “títulos” y doctorados, cuando llega la Semana Santa, los podemos ver en los medios de comunicación cargando pesados ídolos en procesión. ¿Por qué hacen esto? Porque no se esfuerzan en leer la Biblia. Tienen sabiduría académica, pero no tienen el temor de Dios.
Muchas personas dicen creer en Dios, pero no todas tienen una base bíblica, por el contrario las personas que se basan en la Biblia, abandonan el pecado y no pecan a sabiendas, desean agradar a Dios y permanecer en su presencia.
El mundo, lo mismo que se esfuerza para obtener un trabajo o una carrera en la universidad, que solo les dura unos años, debería esforzarse en buscar la autentica sabiduría, pues toda ella es verdad.
Amig@ cuando tengas que rendir cuentas a Dios, no te valdrán los títulos académicos, tampoco tus logros alcanzados para tus propios beneficios. Romanos 5:1 dice que sólo serás justificado por la fe en Jesucristo.
