“Para aquellos que lo aman, Dios ha preparado cosas que nadie jamás pudo ver, ni escuchar ni imaginar”.
1 Corintios 2, 9 (Biblia Traducción Actual)
No sé si alguna vez le ha pasado que cada vez que quisiera tener un sí de Dios, él termina diciéndonos un NO. Es muy probable que después de oír un NO de nuestro Señor, usted se sienta algo desconcertado e incluso llega a pensar que Dios siempre tiene Nos para sus hijos. Sin embargo, mi querido hermano(a) los Nos de Dios no tienen el propósito de hacer de nuestras vidas una tristeza, al contrario buscan solo lo mejor para nosotros.
En el tiempo que llevo con Dios me he dado cuenta de una gran verdad la misma que ha hecho que reciba los Nos de Dios con una gran sonrisa. Cada vez que Dios me dice un No para algo que deseaba, él luego me daba los porque de ese No. Los porque de Dios son magníficos, espectaculares como él. Me he quedado muchas veces consternada de lo sabio que es mi Dios, ya que gracias a sus Nos, puedo experimentar los frutos de ser obediente.
Desde que volví a los brazos del Señor, me he esforzado en obedecerlo, así como a mis padres de carne y hueso. Amo obedecer a mi Dios, pero debo ser sincera y no negaré que cuando no lo he sido me he dado un gran fiasco. No podemos negar que desearíamos que Dios nos diga a todo SÍ pero él fue quien nos creó y sabe muy bien lo que nos conviene.
Los Nos de Dios son impactantes y en ocasiones desgarradores pero los porque de esos Nos son edificantes. Gracias a los porque de mi querido padre celestial, comprendo que él no quiere que tenga una fe ciega sino una de convicción. Dios no quiere tener títeres que hagan lo que a él le plazca cuando le plazca. Por supuesto que no, Dios quiere que nuestra fe vaya acompañada de la razón. Que mejor prueba de ello que sus constantes porque no.
Tal vez está pasando una prueba en la que está titubeando. En primer lugar permítame decirle, TRANQUILO (A), RESPIRE Y SONRÍA, ORE CONSTANTEMENTE PARA MANTENERSE FIRME Y NUNCA DEJE DE HACER LA VOLUNTAD DE NUESTRO BELLO PADRE. Déjeselo todo a ÉL. Cuéntele como se siente ante tremenda prueba, hágale saber sus intenciones de obedecer, entréguele su debilidad que él hará de ella una gran fortaleza.
Por último, le quiero decir algo muy importante:
SI DIOS HA DESIGNADO PARA USTED ALGUNA COSA, AQUELLO SERÁ PARA USTED, NO SE APRESURE. ESPERE EN EL SEÑOR. CUANDO SE SIENTA DÉBIL, CORRA A LA PALABRA DE DIOS Y LLÉNESE DE ELLA, RENUEVE SUS CONVICCIONES Y SUEÑOS.QUE DIOS SEA LA ÚNICA FUERZA QUE LO HAGA SALIR VICTORIOSO.
